miércoles, 7 de diciembre de 2011

POR QUÉ NOSOTROS


Dijo José Saramago, en el discurso que pronunció al recoger el premio Nobel de Literatura, que el hombre más sabio que había conocido en toda su vida no sabía ni leer, ni escribir. Cuenta, que ese mismo hombre cuando supo que iba a morir, se despidió de los árboles de su huerto, uno a uno, abrazándolos y llorando sobre ellos. Nosotros, que aunque nacido en lo que hoy está tan sólo aquí al lado, para casi todos, en la vecina Portugal, no conocimos a tan insigne hombre, estamos convencidos de que, cuál Cadmo, este hombre sabio debió dejar caer sobre la tierra herida por la luz de su brazo, uno a uno, cada uno de sus dientes y de ellos nació, todo un ejército de hombres instruidos por el murmullo de las sombras que al pisar levantan el sol y la luna. Hombres, que aún hoy, están entre nosotros, cerca muy cerca, aunque se escondan en estos días de frío y tormenta, como el abuelo del escritor, bajo mantas ásperas y lentas. http://www.granjaloslinares.es/


      

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